En este caso nos encontramos ante un nódulo pulmonar periférico con aire en su interior que indica cavitación. La pared del nódulo es homogénea no observándose zonas más gruesas que otras. Existe también afectación periférica pulmonar.
El grosor de la pared de un nódulo cavitado ayuda en ocasiones para distinguir si se trata de nódulo de origen benigno o maligno (los tumores primarios pulmonares y las metástasis también cavitan). Se suele decir que si el grosor de la pared es menor de 4 mm sugiere benignidad y si es mayor de 16 mm sugiere malignidad. Entre estas dos cifras es muy difícil (por este único criterio) discernir su naturaleza benigna o maligna. Es lo que pasa en este caso.
En este enfermo se decidió tratamiento empírico antibiótico durante 15 días resolviéndose completamente el nódulo por lo que se trataría de un absceso pulmonar y no de un proceso neoplásico.